La costumbre me ha hecho practicar el deporte equivocado,
tanto que aún me cuesta trabajo identificar que emoción estoy sintiendo, y lo
disfrazo de enojo o estando irritable.
No quiero hablar del pasado, ver que pudo haber cambiado
y lamentarme. Lo que sí quiero es hoy aprender las reglas de este nuevo deporte
(para mí), comenzar a navegar en este mar de emociones, conocerme en cada una y
elevar mi juego.
Siempre he sido muy sensible, tanto como a las personas,
a la energía y hasta a las películas conmovedoras. Es más, si había que
interpretar una canción triste, llegaba a sentirla aunque no estuviera así,
haciendo que el público al final me hiciera comentarios como “Me enchinaste la
piel”.
Hoy puede ser esa mi gran ventaja, no sé cómo, pero si
logro tocar a más corazones, ahora con estas palabras, seguro que Dios me dio este
don para un bien mayor.
Ah! Y otra cosa… Si otras personas son más “inteligentes”
emocionalmente, que bien. Yo hoy trato de no compararme, no me importa empezar
a esta edad ¿Sabes por qué? Porque HOY es mí tiempo.
No te abrumes si hoy no es tu tiempo, estoy
segura que con Fe llegará.
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